"Los tres detenidos habían presuntamente conformado un grupo criminal con finalidad terrorista durante su coincidencia en el citado centro penitenciario, desarrollando actividades de captación y adoctrinamiento", informó el cuerpo policial en un comunicado.
Uno de los arrestados, considerado líder del grupo, se encontraba en la cárcel de Daroca (Zaragoza) cumpliendo una condena por un delito de agresión sexual, y estaba clasificado para especial seguimiento.
El preso en cuestión mantenía "una actitud de liderazgo captador y proselitista que facilitaba el desarrollo de actitudes extremistas y radicales entre la población reclusa", según la Guardia Civil.
Los otros dos miembros del grupo del centro murciano estaban encarcelados por delitos de homicidio, detención ilegal, robo con violencia y lesiones, en el primer caso, y falsificación, estafa y robo, el segundo de ellos.
El control de los funcionarios del centro de Murcia y la colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias permitieron identificar las actividades de los reclusos, investigadas por la Audiencia Nacional.
Los arrestados recurrían a coacciones y violencia contra internos próximos a salir en libertad para captarlos y adoctrinarlos en el ideario yihadista.
El objetivo constatado por las autoridades penitenciarias era que estos presos, una vez radicalizados y en el exterior, llevaran a cabo algún tipo de acción terrorista.
España se encuentra en el nivel 4 de alerta antiterrorista desde junio de 2015, por lo que la Guardia Civil mantiene reforzados los dispositivos operativos y líneas de investigación relativas a la amenaza terrorista.
* acrónimo árabe de Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países