El principal ente demoscópico en España constató que cerca del 52% de la población se sintió más cansada o con pocas energías desde el inicio de la crisis sanitaria, mientras que un 42% tuvo dificultades para dormir.
Otro 57% de los ciudadanos afirmó haber sentido mucha tristeza o depresión por la situación de pandemia, mientras que la mitad se identificó con sentimientos como desesperanza con respecto al futuro, agobio, estrés o ansiedad.
Entre otros datos que reflejan el impacto del COVID en la salud mental, casi un 16% de los españoles admitió haber tenido uno o más ataques de pánico en el último año y uno de cada tres (35%) lloró por la pandemia.
Dolor de espalda, cabeza, extremidades y articulaciones, taquicardia y mareos fueron algunas de las consecuencias más nombradas a nivel físico, más allá del contagio.
Uno de los principales temores en el contexto de coronavirus fue el miedo a la enfermedad en familiares o seres queridos, una emoción que compartieron el 88% de los ciudadanos.
También un 23% reconoció haber sentido mucho o bastante miedo a fallecer por la infección de coronavirus, un porcentaje bastante inferior al 58% que se detectó el pasado noviembre.
Otro 68% temió que la muerte sucediera en su entorno familiar o social.