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Rosalía de Castro, la poeta feminista que luchó por la libertad pese a la negativa de su marido

Se cumplen 184 años del nacimiento de Rosalía de Castro en Santiago de Compostela, la escritora gallega más universal y pionera de la poesía moderna.
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El 24 de febrero de 1837 nacía en Santiago de Compostela Rosalía de Castro, una de las pocas autoras féminas que en la actualidad se estudian en las clases de literatura en las escuelas y no es de extrañar, porque Rosalía de Castro fue una de las pioneras en iniciar la verdadera poesía moderna. Destacó por encima de otros escritores por su capacidad de reflejar tan fielmente determinados sentimientos como la melancolía, la soledad, la muerte o la libertad del pueblo oprimido.
La figura de la mujer en las obras del Romanticismo heredó las características de la época anterior neoclásica: su presencia seguía siendo nula. A pesar de ello, Rosalía consiguió alzarse como una de las precursoras de la revolución poética realizada en la métrica y también en su ideología y convirtió a las féminas en protagonistas de sus obras. Además, se convirtió en una destacada representante del movimiento conocido como Rexurdimento, que por aquel entonces tenía como objetivo revitalizar la lengua gallega como vehículo de expresión y sacarla de su largo olvido literario. Sus obras más insignes, o al menos las más citadas, son: Follas Novas, escrita en gallego y su última publicación, En las Orillas del Sar, escrita en castellano.
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De Castro también ha sido considerada como una de las pioneras del feminismo. Un ejemplo de su condición como defensora de las mujeres lo encontramos en el prólogo de La hija del mar, novela en la que Rosalía reivindica tanto mordaz como irónicamente la condición femenina, siendo ella una mujer poco valorada por su marido, al que no le gustaba que Rosalía escribiera. "Rosalía se quedó al margen de ese movimiento de solidaridad. Quizá porque estaba casada con un hombre que era muy contrario a la participación de la mujer en la vida pública, o quizá porque no le gustaba la poesía de sus contemporáneas", escribe la escritora Marina Mayoral en una publicación del Instituto Cervantes.

"En las pocas cartas que conservamos dirigidas a su marido, hay muestras de impaciencia, irritación, aspe­reza o deseos de molestar. Bien es verdad que, muchas veces, seguidas de peticiones de perdón y de reconocimiento de las propias faltas".

Marina Mayoral
Escritora
En el prólogo de la citada obra, dice Rosalía: "Posible me sería añadir que mujeres como Madame Roland, cuyo genio fomentó y dirigió la Revolución francesa en sus días de gloria; Madame Staël, tan gran política como filósofa y poeta; Rosa Bonheure, la pintora de paisajes sin rival hasta ahora [...] y tantas otras cuyos nombres la historia, mucho más imparcial que los hombres, registra en sus páginas, protestaron eternamente contra la vulgar idea de que la mujer sólo sirve para las labores domésticas y que aquella que, obedeciendo tal vez a una fuerza irresistible, se aparta de esa vida pacífica y se lanza a las revueltas ondas de los tumultos del mundo es una mujer digna de la execración general". Los usuarios en las redes sociales han recuperado algunos de sus otros versos para homenajear el día de su nacimiento:
Cuentan que Rosalía pidió un ramo de pensamientos poco antes de morir enferma de cáncer de útero en 1885. Es posible que fueran sus flores preferidas. Más tarde, le rogó a su hija Alejandra que abriera la ventana porque quería ver el mar, como ya hemos visto anteriormente con la citada novela, uno de los temas recurrentes en sus obras y en la tradición gallega.
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Lo cierto es que el mar no estaba allí, posiblemente era la muerte que se estaba acercando a ella, tal y como quedó reflejado en uno de los textos escritos por el que fuera ministro de Hacienda, ministro de Gobernación y ministro de Fomento en la época de Alfonso XIII, Augusto González Besada y Mein: "Dispuso se la enterrara en el cementerio de Adina, y pidiendo un ramo de pensamientos, la flor de su predilección, no bien se lo acercó a los labios sufrió un ahogo que fue comienzo de su agonía. Delirante, y nublada la vista, dijo a su hija Alejandra: Abre esa ventana que quiero ver el mar, y cerrando sus ojos para siempre, expiró…". En uno de sus últimos versos en Follas Novas se aprecia como para ella el mar fue además una tentación de suicidio. Con sus últimas palabras cumplió su deseo aunque solo fuese en la esfera mental: descansar donde tanto había anhelado reposar.

"Con su sordo y constante murmullo

me atrae el oleaje de esa mar bravía,

al igual que de las sirenas me atrae su cantar,

que en medio de mi fría soledad,

parece decirme, ven... ven a descansar"

Rosalía de Castro
Novelista y poetisa del siglo XIX
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