En los autos comunicados a la prisión de Lledoners donde cumplen pena siete de los dirigentes catalanes, el juez expone que "no ha lugar a acordar la suspensión cautelar" del régimen de semilibertad que les concedió el Gobierno de Cataluña el 28 de enero.
Esta resolución afecta al exvicepresidente de Cataluña, Oriol Junqueras, y a otros cinco líderes separatistas internos en esta prisión, y se suma a la que emitió otro juez sobre la expresidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, y la exconsejera Dolors Bassa, residentes de un centro de mujeres.
De esta manera, todos los líderes independentistas conservarán el tercer grado que solo les obliga a ir a prisión para dormir de lunes a jueves.
Seguirán en esta situación hasta que se resuelva en firme el recurso presentado por la Fiscalía, que se opone a la semilibertad de los políticos bajo el argumento de que es prematura y solicita a los jueces su vuelta a prisión.
A mediados de 2020 se produjo la misma situación cuando los dirigentes fueron clasificados por primera vez en el tercer grado, aunque entonces los juzgados sí optaron por suspender el permiso.
Unos meses más tarde, en diciembre, el régimen fue revocado definitivamente por el Tribunal Supremo de España.
El Gobierno catalán defiende la semilibertad de los dirigentes independentistas porque llevan cerca de tres años internos en centros penitenciarios y ya cumplieron una cuarta parte de su condena.
La última salida de prisión de los líderes separatistas coincidió con el arranque de la campaña electoral de las elecciones del 14 de febrero en Cataluña, lo que les permitió participar en mítines de sus respectivos partidos.
Todos fueron condenados por el Tribunal Supremo en 2019 a penas de entre 9 y 13 años de cárcel por delitos de sedición y malversación relacionados con la organización del referéndum prohibido por la Justicia.