"En una democracia plena, y la democracia española lo es, resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia", dijo Pedro Sánchez al arranque de un discurso ofrecido desde Mérida (Extremadura) para presentar el plan de recuperación tras la crisis del coronavirus en dicha comunidad autónoma.
Con estas palabras el presidente del Gobierno rompe su silencio tras pasar las tres últimas jornadas sin hacer ninguna valoración sobre los disturbios, que ya dejan un balance de más de 80 detenidos.
La mayor parte de los arrestos se dieron en Cataluña, de donde procede Pablo Hasél, condenado a nueve meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona en sus letras y en una serie de mensajes publicados en Twitter, lo que avivó el debate sobre los límites de la libertad de expresión en España.
El propio Pedro Sánchez, cuyo Gobierno ya anunció su intención de revisar estos delitos, admitió este 19 de febrero que España tiene la "tarea pendiente" de "ampliar y mejorar la libertad de expresión".
Pese a ello, el líder del PSOE insistió en su rechazo a cualquier tipo de violencia en las protestas y defendió el desempeño de los cuerpos de seguridad, cuestionados incluso por sus socios de Gobierno, los izquierdistas de Unidas Podemos, que ven desproporcionada su actuación, sobre todo después de que una joven perdiera un ojo por el impacto de un proyectil de goma en Barcelona.
"El Gobierno de España hará frente a cualquier forma de violencia y garantizará la seguridad ciudadana", insistió Sánchez.
A su modo de ver "no hay causa, ni lugar ni situación que pueda justificar el uso de la violencia" porque ésta "no es una libertad sino un ataque a las libertades de los demás".
En ese sentido, prometió que los cuerpos de seguridad seguirán actuando "con contundencia contra cualquier forma de violencia".
Pedro Sánchez terminó su intervención sobre los disturbios sin abordar las peticiones de distintos partidos de la oposición para que cese a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias (líder de Unidas Podemos) por el apoyo explícito de su partido a las protestas.
Tampoco se refirió a la posibilidad de ofrecer un indulto a Pablo Hasel, algo que Unidas Podemos solicitó formalmente el jueves 18 de febrero ante el Ministerio de Justicia.