A pesar de no haber cumplido aún las tres cuartas partes de su condena, pudo obtener esa clasificación, gracias a que ya cumplió los 70 años y así lo contempla el Reglamento Penitenciario español.
En octubre pasado obtuvo el tercer grado y pasó a depender de un centro de inserción bajo control telemático; sin embargo ahora pasará a ser custodiado por la persona de confianza que él mismo designe y tendrá que comunicar cualquier cambio de domicilio.
Ingresó en prisión en octubre de 2018 para cumplir una pena de cuatro años y seis meses por un delito de apropiación indebida, tras el juicio de las "tarjetas black" y obtiene el tercer grado dos años y tres meses después, justo en la mitad de la condena.
El caso de las tarjetas opacas o tarjetas black juzgó el uso de tarjetas de crédito sin declarar durante años y con cargo a la entidad bancaria Bankia —presidida por Rato entre 2010 y 2012— por sus consejeros, entre los que había miembros de diferentes partidos políticos y sindicatos.
El juez, además de su edad, tuvo en cuenta para tomar la decisión favorable el hecho de que Rato participara en un programa de reinserción para delitos económicos, que entrara voluntariamente en prisión y también que haya pagado su responsabilidad civil.
En septiembre pasado fue absuelto por la salida a Bolsa de Bankia, por el que se le pedían ocho años y medio de prisión por distintos delitos relacionados con la venta inicial de acciones de la entidad que presidía, donde numerosos ahorradores sufrieron cuantiosas pérdidas.
Aún tiene pendiente otra causa por el origen de su patrimonio en un juzgado madrileño, sin embargo Rato dispondrá de permiso para visitar a su hija en Reino Unido, siempre que esas visitas no sean superiores a cinco días.