Tesla decidió actualizar su política de inversión por dos razones principales. Además de flexibilizarla buscaba maximizar el rendimiento del efectivo que no necesitaba para mantener una liquidez operativa adecuada en su balance, comunicó el fabricante en un documento enviado a la Comisión de Bolsa y Valores.
Al tomar como punto de partida su nueva política de inversión, Tesla compró bitcoins por un total de 1.500 millones de dólares. En el futuro podrá adquirir más monedas digitales periódicamente o a largo plazo.
"Además, esperamos empezar a aceptar el bitcoin como medio de pago por nuestros productos en el futuro próximo tras someterlo a la legislación aplicable", continúa la empresa, y añade que inicialmente planea aceptar "un volumen limitado" de dichos pagos.
El fabricante estadounidense recuerda que los precios de los activos digitales fueron en el pasado muy volátiles y que podrán seguir siéndolo en el futuro a raíz de diversos riesgos e incertidumbres. Tampoco está claro cómo podrían modificarse las leyes que regulan la inversión en criptodivisas.
"Si tenemos activos digitales y su valor disminuye respecto a los precios de compra, nuestra situación financiera puede verse perjudicada", admitió la empresa de Elon Musk.
Una vez que se dio a conocer esta noticia, el precio de la criptomoneda superó los 43.000 dólares por unidad.
Sea como sea la situación en el futuro, el hecho de que Tesla invierta en el bitcoin fortalece aún más la confianza de los inversores internacionales en la principal criptodivisa mundial.