"Tomé la decisión de renunciar a la comitiva especial, el banquete y otros eventos organizativos que conllevan grandes gastos financieros. Es importante tenerlo en cuenta y realizar solo los procedimientos obligatorios requeridos por la ley para asumir el cargo de presidente", dijo el mandatario.
Según el líder recién elegido, "el Estado debe centrar toda su atención en el uso de los fondos públicos en apoyo de la gente y sus necesidades".
"Tomando en cuenta la situación política reinante después de los sucesos de octubre, la situación económica, financiera y epidemiológica del país, creo que es necesario señalar que en esa situación debemos dejar a un lado todo lo que represente una carga para la economía del país. Creo que la gente nos entenderá y nos apoyará", subrayó.
Las elecciones presidenciales en Kirguistán tuvieron lugar el pasado 10 de enero, y Zhapárov las ganó con el 79,2% de los votos.
En Kirguistán tras las elecciones parlamentarias de octubre pasado estalló una crisis política, cuando la oposición acusó al Gobierno de falsear la votación.
El presidente de entonces Sooronbái Zheenbékov dimitió para calmar las protestas.