"Hoy puedo garantizar que se está produciendo combustible que consume la patria. Sin embargo, no logramos terminar de superar las dificultades", explicó Páez en declaraciones ofrecidas al circuito radial venezolano Unión Radio.
El trabajador petrolero indicó que lo más complicado es la distribución en las estaciones de servicio de la gasolina que producen las refinerías de la estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA).
Sin embargo, destacó que más de 5.000 trabajadores se han empeñado en la recuperación del sistema refinador de la industria venezolana, para garantizar el combustible a la población.
Las sanciones de Estados Unidos impiden a PDVSA la compra de repuestos, el acceso a financiamiento, así como la adquisición de aditivos para la producción de gasolina e incluso la compra de combustible a cualquier empresa que use su sistema financiero.
Por ello, Páez indicó que los trabajadores han tenido que buscar alternativas, reparar equipos y resolver por distintas vías las piezas que obligatoriamente se debían sustituir.