"A mi me quieren acusar de lo que hago por defender a mi país y a mi pueblo, pero fui elegido precisamente para eso", dijo citado en Telegram.
Al recibir en Minsk al presidente de la Federación Internacional de Hockey, René Fasel, el mandatario bielorruso señaló que en su país "los manifestantes no toman por asalto capitolios ni sedes gubernamentales" y que la situación en Bielorrusa "es absolutamente normal desde el punto de vista del desarrollo de los procesos democráticos", subrayando que precisamente esa es la causa principal del disgusto que sienten ciertos políticos europeos.
24 de diciembre 2020, 09:36 GMT
En Bielorrusia continúan las protestas por el escrutinio de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
Según el recuento oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya, con el 10,12%.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
En los primeros días las fuerzas del orden reprimieron las protestas con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras. Según el Ministerio del Interior, las movilizaciones se saldaron con tres muertos, centenares de heridos, entre ellos más de 130 agentes, y más de 6.700 detenciones.
La violencia callejera amainó en los días siguientes, pero las protestas continuaron, al tiempo que las autoridades detenían o expulsaban de Bielorrusia a las figuras más visibles de la oposición.