"En España hasta el momento se han notificado 2.050.360 casos confirmados de COVID-19 y 51.874 fallecidos", resume el informe diario del Ministerio de Sanidad sobre la pandemia.
Como en jornadas anteriores, el número de contagios diarios continúa creciendo, lo que se refleja en un aumento de la incidencia acumulada, que ya se sitúa en los 350 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.
Esta cifra es notablemente superior a la incidencia de 279 con la que España cerró el año 2020, una cifra que en cualquier caso ya superaba el umbral de 250 a partir del cual se declara el "escenario de riesgo" por coronavirus.
El aumento de los contagios genera a su vez una mayor presión asistencial. A día de hoy, el 12,2 por ciento de las camas de hospital de todo el país se dedican a atender a pacientes de coronavirus, un porcentaje que aumenta hasta el 24 por ciento en las unidades de cuidados intensivos.
Desde el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) destacaron en las últimas horas que la transmisión del virus lleva semanas instalada en una tendencia "claramente ascendiente" y alertaron de que "vienen días duros".
Aunque el aumento de los contagios es generalizado para el conjunto de España, algunas regiones como Extremadura (con una incidencia de 799 casos), Baleares (546), Madrid (507), Castilla-La Mancha (o Cataluña (434) se destacan como las más afectadas.
Pese a la mayor expansión del virus, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, rechazó este jueves la opción de volver a un confinamiento domiciliario, ya que a su modo de ver el actual estado de alarma ofrece un abanico de herramientas suficiente para limitar los contagios.
España está desde el 25 de octubre bajo un nuevo estado de alarma que permite a las regiones del país aplicar medidas restrictivas de la movilidad y la actividad social (toques de queda nocturno, cierres perimetrales o clausura de bares) en función de la situación en cada territorio.
Aunque en distinto grado, actualmente todos los territorios del país mantienen activas medidas de esta índole para intentar frenar los contagios.
De hecho, la mayoría de administraciones regionales decidieron extremar las medidas de contención en las últimas jornadas.
Este mismo viernes la Comunidad de Madrid decidió limitar la movilidad en 41 zonas básicas de salud y 14 localidades que quedarán cerradas perimetralmente, haciendo que sus habitantes solo puedan abandonar la zona en que residen por motivos laborales o determinadas causas justificadas.
Además, la Junta de Andalucía anunció este viernes 8 de enero un adelanto del toque de queda —comenzará a las 22.00 horas en vez de a las 23.00— y Baleares mantendrá cerrados durante dos semanas los establecimientos hosteleros en su capital (Mallorca) por un periodo de dos semanas.