El 26 de diciembre el ministro de Sanidad ruso, Mijaíl Murashko, informó que la vacuna anti-COVID rusa Sputnik V fue aprobada para administrarse a las personas mayores de 60 años después de que se confirmara su seguridad y eficacia de más del 90% en esta franja de edad.
"Por supuesto, sin tal certificación de jure y de facto el presidente no podía planear su propia vacunación, él mismo dijo que iba a vacunarse pero dirá por cuenta propia cuándo y cómo ocurrió", respondió Peskov a los periodistas.
El portavoz presidencial rechazó que la demora en la vacunación del jefe de Estado socave la confianza en la vacuna rusa.
También recordó que la inmunización contra el COVID-19 ya se lanzó en todas las regiones rusas y los productores rusos están incrementando las capacidades de producción.
"Tras la resolución del Ministerio de Sanidad sobre esa vacuna, habrá otras vacunas y luego el presidente tomará la decisión", reiteró Peskov.
El pasado 17 de diciembre Putin, de 68 años, afirmó durante su rueda de prensa anual que aún no se había vacunado contra el COVID-19 porque no se habían aprobado medicamentos para su franja de edad, pero afirmó que lo hará sin falta cuando sea posible.