En las imágenes se puede ver cómo el leopardo anda a lo largo de la carretera, haciendo unas breves paradas para marcar el territorio, que considera ser suyo. Pero en un determinado momento de su patrullaje una leona lo avista y adopta una postura sigilosa para acercarse a él.
Instantes más tarde, se oyen los gritos de los babuinos, que avisan a sus congéneres de la presencia de un depredador. Según el autor del vídeo, la leona siguió andando a lo largo de la carretera, y luego volvió a la selva tamando una dirección contraria a la del leopardo.