"Demando que el gobierno estadounidense cancele de inmediato las sanciones con respecto a nuestras empresas en aras de preservar nuestra causa común. Consideremos que ha sido un malentendido", dijo Rogozin a Sputnik.
Las nuevas restricciones, según el titular de Roscosmos, "son ilegítimas, al igual que todas las sanciones impuestas anteriormente contra personas y entidades rusas". "También son estúpidas, dado que las empresas que no son ni jamás han sido 'usuarios militares finales' son catalogadas como tales arbitrariamente", añadió.
El 21 de diciembre, Estados Unidos designó a 45 empresas rusas y 58 chinas como entidades extranjeras con vínculos militares, lo que restringe las exportaciones, reexportaciones y transferencias con ellas.
Las entidades rusas incluyen la Administración del presidente Vladímir Putin, el Ministerio de Defensa, el Servicio de Inteligencia Exterior, así como el Progress Rocket and Space Center, Rosoboronexport, Rostec, Sukhoi, Tupolev, United Aircraft Corporation, Admiralty Shipyard, entre otras.
Otras compañías de Moscú designadas son los Institutos de Investigación de la corporación estatal de energía nuclear, Rosatom, el productor de motores para aviones SSJ y MS-21, Saturn, Irkut y la corporación estatal Rostec.
Ya antes de publicarse la lista, el jefe de Roscosmos había advertido en una carta a su homólogo de la NASA, Jim Bridenstine, que las nuevas restricciones pondrían "en peligro la futura implementación del programa de la Estación Espacial Internacional (EEI)".
El Centro Espacial y de Cohetes Progress, con sede en Samara, es el fabricante de los lanzadores Soyuz-2, gracias a los cuales las naves Soyuz MS llevan diez años transportando a los astronautas estadounidenses a la EEI, recordó Rogozin en declaraciones a Sputnik.