Según el médico, las propiedades curativas del alcohol no son abundantes: puede actuar como relajante muscular, adaptógeno —es decir, estabilizar los procesos físicos del cuerpo— y también puede ayudar a reducir el estrés.
"La dosis terapéutica de alcohol es una cucharadita como relajante muscular, adaptógeno y antiestrés. Todo lo que sea de más de eso ya son dosis tóxicas y venenosas, que en un grado u otro harán daño", explicó Kovtun en una entrevista con la agencia NSN.
A finales de octubre, los cardiólogos estadounidenses averiguaron, cuánto alcohol se puede tomar al día sin perjudicar al sistema cardiovascular. Sus recomendaciones son: no más de un trago para las mujeres y no más de dos para los hombres.