"La FMBA, junto con la Universidad Nacional de Investigaciones Médicas Nikolái Pirogov, desarrollaron un método de diagnóstico único para determinar el repertorio de receptores de linfocitos T específicos para el SARS-CoV-2, basado en la secuenciación dirigida de la próxima generación de ADN humano", indicaron desde la oficina de prensa.
"Cabe señalar que alrededor del 30% de los que superaron la enfermedad y no tienen inmunoglobulinas de clase G específicas también tienen clones de células T específicos para el SARS-CoV-2", agregaron.
La oficina de prensa destacó que "las personas que no se infectaron del COVID-19 y no tienen inmunidad humoral a esta infección en algunos casos también tienen clonotipos de células T específicos para el SARS-CoV-2, lo que sugiere la presencia de una inmunidad preexistente de células T que se debe a los coronavirus estacionales u otros causantes de infecciones respiratorias".
El servicio de prensa también comunicó que, para diciembre, un 30% de los rusos que residen en territorios donde la FMBA presta sus servicios tienen anticuerpos contra el COVID-19.
"Un análisis matemático multivariado de los resultados de la investigación mostró que en junio de 2020, aproximadamente un 13 o 13,5% de los residentes del país tenía anticuerpos IgG contra el virus SARS-CoV-2, en octubre de 2020 esta cifra ya era del 17% y en diciembre alcanzó al menos el 30% de la población nacional", señaló.
Agregó que el análisis de datos también muestra que en los pacientes asintomáticos el índice de anticuerpos disminuye gradualmente dentro de los cinco meses posteriores a la enfermedad.