"Para la gente es muy divertido. Para nosotros una faena". Así se expresa Miguel Ángel Cuetos, coordinador del Atlético Perines, sobre lo que ocurrió en el último partido del club cántabro. En la séptima jornada del grupo 1-B de la Liga de Honor Juvenil, donde juega esta formación, los minutos finales dieron una secuencia insólita: el portero del equipo rival, el Racing de Santander, se enfrenta al lanzamiento de un penalti de rodillas. Y lo para, provocando la algarabía en la grada.
10 de diciembre 2020, 10:59 GMT
El árbitro no duda: penalti claro. Además, amonesta al entrenador del Racing de Santander, Javier Entrecanales, con una tarjeta amarilla. Hay cierto intercambio de pareceres, se dilata el lanzamiento y, por fin, Kimi, el mismo jugador que ha recibido la falta, se dispone a chutar. Mientras, Álvaro Jiménez, portero del club de la capital cántabra, al norte de España, le espera de rodillas, en el centro de la portería.
Brazos en cruz, rodilla en la hierba, Jiménez espera desafiante. Quimi, con el 7 a la espalda, tira a su derecha. Y lo ataja. "Hay que decir que no es un acierto del portero, sino un fallo del lanzador. Es un disparo horroroso. Y no sabemos que, como pasó mucho tiempo, estuvieron diciéndose cosas y se puso nervioso", sostiene Cueto en conversación con Sputnik, que también defiende a Kimi: "Es especial, distinto. Y habría que ver todos los goles y penaltis que ha metido".
La retransmisión en directo dejó registrada la jugada. Y por la tarde se emitió en los canales autonómicos. "No es para tanto. La noticia se ha creado de pasar el vídeo de un móvil a otro", lamenta Cueto, que lleva dos días viendo cómo le mandan esos segundos, alimentando el escarnio. "Y más que una curiosidad, es una faena, porque estamos igualados en la tabla", resopla. Los dos clubes se encuentran seguidos, en tercer y cuarto lugar de la tabla. Empatados a puntos, gracias al resultado del partido y a esa decisiva jugada.