El vecino de la localidad irlandesa de Borrisoleigh se trasladaba todos los años a la ciudad de Lisdoonvarna, donde se realizaba el festival, para ver si conseguía encontrar una pareja para casarse.
A pesar de que siempre se iba con muchos números de teléfono, de acuerdo con los organizadores del evento, nunca esas relaciones llegaron al altar.
Empezó a ir tras el fin de la II Guerra Mundial, en 1946, cuando Burke tenía unos 23 años. Dejó de asistir hace unos años por problemas de salud; sin embargo, en 2016 y gracias a su constancia, se organizó una fiesta para celebrar que tenía 70 años asistiendo al festival, de acuerdo con The Independent.
El nonagenario afirmaba que no había podido encontrar una pareja para casarse debido a la ubicación de su granja, que era muy remota.
"Nunca se casó, el problema radicaba en que era demasiado guapo, le gustaba a todas las chicas y no era fácil elegir a una y dejar al resto", comentó al medio Willie Daly, el casamentero del festival.