La operación se produjo el 9 de diciembre cuando una patrulla de la Agencia de Control Marítimo de Malasia (MMEA) encontró una embarcación que se movía sospechosamente frente a la isla de Penang, reportó el director general de la MMEA, Mohamad Zubil Mat Som.
De acuerdo con el funcionario, el único ocupante del barco, un hombre malayo de 26 años, rechazó la orden de detenerse, lo que provocó una persecución. El sospechoso intentó escapar saltando al agua, pero fue arrestado.
Durante la inspección, en el barco fueron encontrados 130 sacos con 2,12 toneladas de metanfetamina cristalina escondida en paquetes de té chino. "Esta es la mayor incautación en los 15 años de historia de la MMEA", declaró Mohamad Zubil.
El origen y destino de las drogas están siendo investigados. Sin embargo, el empaquetado del té era similar al encontrado en envíos anteriores cuyo origen se cree que era Myanmar.
La metanfetamina cristalina es una droga sintética altamente adictiva también conocida como speed, shabu y yaba.
Malasia ha logrado varios registros récord de metanfetamina en los últimos años. Las autoridades han dicho que los envíos interceptados eran parte de un tráfico ilícito de drogas multimillonario que se extiende por Australia, el sudeste asiático y China.
"Tan grande como dos toneladas o más, y es masivo. Los sindicatos que manejan el tráfico de drogas en Asia pueden reemplazar fácilmente envíos como este", señaló Jeremy Douglas, representante regional del sudeste asiático para la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, citado por Reuters.
"La región necesita una estrategia con visión de futuro que aborde las causas fundamentales si esperan salir adelante de la situación", añadió.