A finales de junio pasado el portavoz del poder judicial, Gholamhossein Esmaili, anunció la sentencia de muerte de Zam indicando que había sido condenado por "corrupción en la Tierra", la denominación que en Irán se da a los cargos más graves que implican espionaje o intentos de derrocar al gobierno y que se suelen castigar con la horca.
Por su parte, la organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras (RSF) se mostró indignada por la ejecución del periodista.
"RSF está indignada por el nuevo crimen de la justicia iraní", tuiteó.
#Iran: AmadNews editor #Rohollah_Zam was executed this 12/12. RSF is outraged at this new crime of Iranian justice and sees @ali_khamenei as the mastermind of this execution. RSF had warned @mbachelet and @JavaidRehman about his possible execution since the 23rd of October pic.twitter.com/sRGZRFxe95
La organización recordó que "desde el 23 de octubre" había "advertido de su posible ejecución" a la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet y al relator especial sobre la situación de los derechos humanos en la República Islámica del Irán, Javaid Rehman.
Horas antes medios iraníes informaron que Zam había sido ahorcado.
Zam, jefe del canal de Telegram, Amad News fue detenido en octubre de 2019 bajo sospecha de "actividad contrarrevolucionaria".
El activista fue condenado por desempeñar un papel activo en las protestas que envolvieron a todo Irán de diciembre de 2017 a enero de 2018 y recibir apoyo de los servicios de inteligencia extranjeros.