La propuesta, presentada recientemente por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al Senado de su país plantea que los oficiales de la agencia antidrogas DEA de EEUU entreguen al Gobierno mexicano toda la información recopilada. Además, exige que todo funcionario mexicano que sea contactado por los agentes presente un informe completo a la Secretaría de Relaciones Exteriores.
"Eso no va a suceder. Lamentablemente, existe una corrupción endémica dentro del gobierno [mexicano]. Se va a filtrar, comprometerá a los agentes, comprometerá a los informantes", asegura Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA, sobre la entrega de toda la información, citado por la agencia de noticias.
Ya existen precedentes de filtraciones. En 2017, el comandante de una unidad de inteligencia de la policía mexicana que recibió información de la DEA fue acusado de pasar datos de la agencia estadounidense al cártel de Beltrán Leyva a cambio de millones de dólares.
"El noventa por ciento del intercambio de información va de la DEA a México, en lugar de México a Estados Unidos. La gran mayoría de los éxitos antidrogas en México provienen de información de la DEA", señala Vigil.
Para AP, la propuesta puede ser un reflejo de la ira de México por el arresto en octubre pasado del exsecretario de Defensa, Salvador Cienfuegos, en Los Ángeles.
Debido a la presión ejercida por el Gobierno mexicano, que amenazó con restringir o expulsar a los agentes estadounidenses, los fiscales en Estados Unidos retiraron el caso para que Cienfuegos pudiera ser devuelto a México e investigado bajo la ley mexicana, aunque hasta ahora no ha sido acusado.