"La Agencia de la ONU para los Refugiados llama a las autoridades federales de Etiopía a facilitar el acceso urgente a los refugiados eritreos en la región de Tigray que necesitan desesperadamente asistencia y servicios humanitarios", dijo Baloc citado en un comunicado publicado por la ACNUR en su página web.
La ACNUR, según la nota, está preocupada, además, por los informes no confirmados de ataques, secuestros y reclutamiento forzoso en los campamentos de refugiados.
En este contexto el organismo reitera su llamamiento a garantizar la seguridad de los refugiados.
"Ningún civil debe convertirse en un blanco, y todas las partes deben tomar todas las medidas posibles para garantizar que, ya sean refugiados, desplazados internos, comunidades de acogida o trabajadores humanitarios, todos estén fuera de peligro", indica la nota.
La ACNUR pidió al Gobierno de Etiopía que continúe cumpliendo con su responsabilidad de acoger y proteger a los refugiados eritreos y permitir que los trabajadores humanitarios accedan a las personas que necesitan ayuda.
13 de noviembre 2020, 14:25 GMT
El pasado 4 de noviembre las autoridades etíopes lanzaron una operación militar en la región de Tigray, en el norte de Etiopía, tras acusar al Frente de Liberación Popular, el partido gobernante en la región, de haber atacado dos bases del Ejército federal. El FLPT negó el ataque y acusó a Adís Abeba de inventar un pretexto para la intervención militar.
Las autoridades centrales decretaron el estado de emergencia en Tigray, por un plazo de seis meses, y establecieron un gobierno interino, con un jefe nombrado desde Adís Abeba. El nuevo Ejecutivo sustituyó al gobierno regional, salido de las elecciones de septiembre pasado que, según Adís Abeba, fueron ilegítimas, porque los comicios en el resto de Etiopía se aplazaron debido a la pandemia de coronavirus.
El primer ministro del país, Abiy Ahmed, anunció el 28 de noviembre el fin de la operación miltiar en Tigray, no obstante luego se informó de nuevas hostilidades.