El fútbol de hoy puede ser una verdadera montaña rusa de emociones. Al menos es lo que le sucedió en el último fin de semana al delantero uruguayo Edinson Cavani, que apenas horas después de ser celebrado como héroe por liderar una victoria del Manchester United debió enfrentar una dura acusación por un supuesto acto de racismo.
La buena actuación redundó en cientos de saludos de amigos y fanáticos en sus redes sociales. Cavani decidió responder varios de ellos, agradeciendo los buenos deseos. Uno de ellos fue el usuario @pablofer2222, a quien Cavani sigue en Instagram, que colocó una fotografía del delantero festejando junto a la frase "así te quiero matador".
Cavani, sin imaginar lo que vendría, compartió la fotografía en sus historias y respondió al saludo: "Gracias negrito". Al costado, un emoji de dos manos estrechándose.
Mientras la publicación pasó inadvertida para la mayoría de los seguidores hispanoparlantes de Cavani, los medios británicos comenzaron a hacerse eco de que la Football Association (FA), el órgano rector del balompié inglés, había abierto un expediente para investigar lo sucedido, con la posibilidad de sancionarlo por racismo.
Enterado de la polémica, el futbolista uruguayo eliminó la publicación. Manchester United difundió un comunicado en el que transmite las "sinceras disculpas" del futbolista, que explica en la declaración que se trató "un saludo afectuoso a un amigo, agradeciéndole por sus felicitaciones después del juego".
"Estoy completamente en contra del racismo y borré el mensaje apenas se me explicó que podía ser interpretado de forma diferente. Quiero disculparme sinceramente por esto", dijo el futbolista.
Cavani llegó incluso a publicar una fotografía suya junto al amigo al que le dedicó el saludo para demostrar su afecto por él.
Para el Manchester United "está absolutamente claro que no hubo malicia detrás del mensaje de Edinson y que lo borró tan pronto como fue informado de que podía ser malinterpretado".
Evra acusó a Suárez de haberle dicho negro una decena de veces durante el encuentro durante una entrevista con el diario británico The Guardian. Suárez negó las acusaciones y durante todo el proceso se mantuvo firme en su postura de que Evra no decía la verdad. Finalmente la FA falló en contra de Suárez, a quien suspendió por ocho partidos. También le aplicó al uruguayo una multa por 40.000 libras.