"Tengo la responsabilidad de superar la situación actual, garantizar la estabilidad y la seguridad", escribió Pashinián, quien enumeró las "actividades más importantes" de su hoja de ruta.
En particular, el político señaló que las autoridades planean continuar las negociaciones en el marco de la copresidencia del grupo de Minsk de la OSCE, centrándose en determinar el estatus de Nagorno Karabaj, así como el lograr el regreso de los habitantes de la zona a sus hogares y en reconstruir los edificios y la infraestructura dañados.
"La hoja de ruta prevé un programa de reformas en las Fuerzas Armadas, la superación de la epidemia de coronavirus y sus consecuencias, la recuperación de la actividad económica, la activación de programas para resolver los problemas demográficos", prometió el jefe del Gabinete armenio.
En la esfera política, el plan de acción incluye "la modificación del Código Electoral y la aprobación de la ley de partidos", así como la introducción del instituto de jueces especializados en calidad de primer paso para crear un Tribunal Anticorrupción.
El líder armenio aseguró además que celebraría consultas periódicas con las fuerzas políticas, la sociedad civil y los representantes de la diáspora.
El 9 de noviembre pasado el primer ministro de Armenia y los presidentes de Azerbaiyán y Rusia, Ilham Aliyev y Vladímir Putin, emitieron una declaración conjunta sobre el cese de hostilidades en Nagorno Karabaj a partir del 10 de noviembre.
En el marco del acuerdo, Rusia ya procedió al envío de fuerzas de paz —1.960 militares, 90 transportes blindados y 380 medios técnicos— que se desplegarán en la línea de separación entre las partes beligerantes y a lo largo del llamado corredor de Lachín, que conecta Nagorno Karabaj con Armenia.
Los bandos del conflicto deben permanecer en sus posiciones actuales, intercambiar prisioneros de guerra, otros detenidos y los cuerpos de los caídos.
Según la declaración, las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj se emplazarán por cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas por períodos similares, a menos que alguna de las partes firmantes notifique la intención de rescindir dicha cláusula con seis meses de antelación.
Aliyev a su vez calificó la firma de este documento como una capitulación de Armenia y dijo que —concluida la etapa militar se puede empezar a debatir las cuestiones políticas.