El 2 de noviembre de 2000 ingresaron por primera vez en la EEI los cosmonautas rusos Yuri Guidzenko y Serguéi Krikaliov, y el estadounidense William Shepherd.
"Confiamos en que la asociación de nuestros países en la investigación y el uso del espacio con fines pacíficos continúe fuera de la política", indicó el embajador.
La cooperación espacial, remarcó, puede favorecer el desarrollo de soluciones a los problemas globales y abrir nuevos horizontes en la economía y la ciencia.
Antónov recordó que en dos décadas cerca de 250 personas de 19 países visitaron la plataforma orbital y se realizaron numerosos experimentos en los campos de la biología, medicina, física y química.
"No menos importante es la cooperación entre los tripulantes de Rusia y de Estados Unidos en interés no solo de sus países, sino también de toda la humanidad", puntualizó.
El embajador destacó además la labor que cumplen actualmente en la EEI los rusos Serguéi Rízhikov y Serguéi Kud-Sverchkov, y la estadounidense Kathleen Rubins.