El maíz se consume en todo el mundo y debe su popularidad a que es tan sano como rico. Contiene muchas vitaminas y oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del sistema cardiovascular y para el intercambio de materias.
"Es una fuente de vitamina K, necesaria para el trabajo del sistema cardiovascular; vitaminas E (mejoran la piel, las uñas y el cabello) y vitaminas A y D. Contiene antioxidantes, magnesio, potasio, hierro, fósforo y cobre. El magnesio y el potasio tienen un efecto beneficioso sobre el metabolismo y el sistema cardiovascular, y el hierro es necesario para prevenir la anemia", explica la doctora Pruntseva.
Algo parecido ocurre con las palomitas. En palabras de la interlocutora de Sputnik, "el valor calórico de las palomitas de maíz es varias veces mayor que el del maíz: se les añade aceite, sal o azúcar durante la preparación. Si una persona quema muchas calorías o hace mucho deporte, pueden incluirse en la dieta, pero no como un producto básico".
En cualquier caso, el maíz como tal es muy sano, y aunque las personas con enfermedades crónicas del tracto gastrointestinal, como la distensión abdominal, deberán tener más cuidado con este producto, generalmente no debería haber problemas al consumirlo.