"Se confirmó la disposición mutua a fortalecer la alianza entre Rusia y Bielorrusia", dice el comunicado.
Los mandatarios también discutieron la agenda bilateral y constataron el desarrollo de la cooperación en "en todos los ámbitos, incluidas las relaciones interregionales".Durante la conversación se abordó la situación poselectoral en Bielorrusia, "teniendo en cuenta los intentos continuos de injerencia externa".
Además, los presidentes prestaron especial atención al agravamiento del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en Nagorno Karabaj.
La conversación tuvo lugar a iniciativa de Minsk.
En Bielorrusia continúan las protestas por el escrutinio de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato a Lukashenko, en el poder desde 1994.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.