"El secretario general lamenta profundamente que las partes continúen involucradas en un enfrentamiento militar, a pesar de los fuertes y repetidos llamados al cese al fuego de parte de la comunidad internacional, incluido él mismo, y los presidentes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa", afirmó el portavoz.
El 27 de septiembre volvieron a estallar los choques armados en Nagorno Karabaj, foco de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán desde que este territorio de población mayoritariamente armenia decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán.
Ambos bandos, que se acusan de haber desatado esta espiral bélica sin precedentes desde la guerra de 1992-1994, ordenaron movilización de reservistas, impusieron la ley marcial y sostienen combates con el uso de blindados, artillería, aviación y sistemas de misiles a lo largo de la línea que separa a sus tropas.
Bakú perdió el control de Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades a principios de los 1990.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj.