"Esto es terrible, más de 12 horas sin luz y ahora con todo el trabajo retrasado", comentó a Sputnik la periodista Magdymar León, residente del sector La Candelaria de Caracas.
Desde que comenzó la cuarentena por COVID-19 en Venezuela, en el mes de marzo, numerosas oficinas cerraron y, como en todo el mundo, la casa se convirtió en el centro de trabajo, lo que en el caso de esta nación sudamericana ha sido cuesta arriba para muchas familias por la inestabilidad de los servicios públicos.
En el caso del estado Zulia, la población reporta racionamientos diarios desde finales de 2018, que en los últimos meses han sido fijados en seis horas por jornada.
El servicio de electricidad suele ser más estable en Caracas, pero desde el pasado miércoles 23, cuando se registró una falla, cuyos motivos no han sido revelados por la estatal Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), la situación cambió.
Grissell Rodríguez es maestra, residente del sector 23 Enero de Catia (oeste), y comentó a Sputnik que desde hace una semana comenzó a impartir clases desde su computadora y celular, pero confiesa qué ha sido cuesta arriba.
"Aquí se va con frecuencia y si llueve es peor porque se mojan los transformadores y quedamos sin luz, eso afecta mucho mi trabajo, mis electrodomésticos, la computadora con la que trabajo, a lo que le sumo que mi línea telefónica es con Cantv (empresa estatal) y por ser prepago nunca puedo pagarla, porque la plataforma de cae", indicó.
Para Karla Medina, una bailarina de ballet clásico, que ante la pandemia por COVID-19 trabaja desde casa con edición de material audiovisual; los cortes eléctricos también se han convertido en una dificultad.
"Tiene más de una semana yéndose a partir de las 15:00 GMT, y vuelve intermitentemente, o solo vuelve una fase. Algunos electrónicos de la casa han hecho sonidos preocupantes, se han quemado bombillos, y la cocina es eléctrica, así que a veces no se puede cocinar", relató.
Las fallas de energía en Venezuela comenzaron desde finales de 2018, y el estado más afectado en ese momento era Zulia.
Sin embargo, en febrero de 2019, el Gobierno denunció que la principal hidroeléctrica del país fue víctima de un ataque a través de una sobrecarga de electricidad, lo que provocó un incendio que trajo como consecuencia un apagón general de más de una semana.
Desde ese momento, el sistema eléctrico nacional ha registrado continuas fallas principalmente en el interior de Venezuela.