"La mayor parte de la violencia que estamos viendo no aparenta ser organizada o atribuíble a ningún grupo o movimiento en particular", manifestó Wray ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Estados Unidos.
Wray dijo que la mayoría de las manifestaciones de los meses recientes en Estados Unidos fueron pacíficas.
Las protestas contra la brutalidad policial comenzaron en Portland, en el estado de Oregón (noroeste), y en otras ciudades estadounidenses tras la muerte del afroamericano George Floyd el 25 de mayo, mientras se encontraba bajo custodia policial.
Algunas de las manifestaciones se transformaron en fuertes disturbios con ataques violentos contra policías y civiles, así como con actos de destrucción de propiedad, incendios provocados y saqueos.