"La pandemia golpeó el componente económico de nuestras relaciones, se reduce el intercambio comercial, cancelados los vuelos directos y puestos en pausa objetiva los contactos directos, incluidos los contactos políticos… Pero ha influido no solo el COVID-19, sino también el 'virus político'", dijo el embajador.
Lubinski señaló que los contactos personales con representantes de los círculos empresariales austriacos confirman que las partes son conscientes de la seriedad de la situación, pero aspiran a seguir cooperando en beneficio mutuo y recuperar las posibilidades perdidas.
"El desarrollo de los nexos empresariales y la promoción y ejecución de importantes proyectos conjuntos puede y debe ser la mejor vacuna contra las oscilaciones de la coyuntura política", enfatizó el diplomático ruso.
Según recordó, el año 2019 fue el más beneficioso en la historia de las relaciones ruso-austriacas: el comercio registró la cifra récord de 6.150 millones de dólares.
Además, a principios de 2020 las inversiones austriacas en la economía de Rusia alcanzaron los 6.400 millones de dólares y las inversiones rusas en la economía de Austria, los 26.600 millones.