"El Consejo de Seguridad reafirma el derecho a la educación y su contribución para alcanzar la paz y la seguridad, y expresa una grave preocupación acerca del significativo incremento de ataques a escuelas en años recientes y el resultante alarmante número de niños a quienes se niega el acceso a una educación de calidad", dice la declaración.
El director ejecutivo de la organización cristiana caritativa International Children's Fund dijo más tarde durante el encuentro que solo en 2019 hubo 494 ataques comprobados, siendo un quinto de ellos en África Oriental y África Central.
El Consejo de Seguridad también indicó en la declaración el impacto desproporcionadamente negativo del COVID-19 relacionado con el cierre de escuelas para los niños que se encuentran en medio de conflictos armados y para aquellos separados de grupos armados que están pasando por un proceso de reintegración.
La ONU llama a los países a facilitar la continuidad de la educación en tiempos de conflictos armados, incluyendo el uso de educación remota y de tecnología digital, agregando el respaldo internacional si es necesario para apoyar dichos esfuerzos.
El diputado representante ruso ante la ONU, Gennady Kuzmin, destacó que al tiempo que su país respaldó la declaración del Consejo de Seguridad, deseaba que el documento encaminara la repatriación de los niños en poder de los combatientes terroristas extranjeros.
"Recientemente, la Federación Rusa ha evacuado otro grupo de niños rusos de la zona de conflicto en Siria; llamamos a todos los estados miembros a concentrar sus esfuerzos para repatriar a los niños", dijo Kuzmin.
Agregó que los niños no deberían ser víctimas de las actividades terroristas ilegales llevadas a cabo por sus padres y responsables.