Cerca de la vivienda de la opositora se reunieron varias decenas de personas, entre ellas periodistas y diplomáticos, después de que en su piso, según comunicaron algunos medios, intentaran entrar desconocidos.
"No, no quiero, pero saben que métodos tienen", dijo a los periodistas a la pregunta correspondiente.
Сomentó también que el Consejo de Coordinación "seguirá vivo" pese a las detenciones.
Además, en su discurso publicado en la web del PEN club bielorruso, que preside, Aleksievich destacó que el consejo no preparaba un golpe ni quería una escisión del país, sino que buscaba impulsar el diálogo en la sociedad.
"[El presidente Alexandr] Lukashenko dice que no va a hablar con la calle, y la calle es cientos de miles de personas que cada domingo salen a la calle (...) No es la calle. Es el pueblo", añadió.
Este 9 de septiembre el miembro de la junta directiva del CC Maxim Znak fue detenido a la salida de la sede del equipo del antiguo presidenciable Víctor Babariko.
El 7 de septiembre el servicio de prensa del Consejo informó que no se podía comunicar con tres de sus miembros: María Kolésnikova, Iván Kravtsov y el portavoz del ente, Antón Rodnenkov.
Según relataron Rodnenkov y Kravtsov desde Kiev, su salida de Bielorrusia fue forzosa. A Kolésnikova también querrían expulsarla del país, pero la opositora rompió en pedazos su pasaporte.
De acuerdo con sus abogados, ahora se encuentra en prisión preventiva.
El Consejo opositor ha declarado desde el principio que su objetivo principal es encontrar una vía para resolver la crisis política en Bielorrusia mediante unas negociaciones que deben comenzar de manera inmediata.
Las autoridades bielorrusas abrieron un expediente penal contra el CC por delito tipificado en el artículo 361 del Código Penal que castiga con penas de hasta cinco años de cárcel los llamamientos a derrocar el poder o cambiar de forma violenta el orden constitucional en el país.