Mientras el mundo se sumía en una cuarentena de meses de duración, Suecia fue uno de los pocos países que optó por hacer frente al virus con el mínimo posible de restricciones. Las autoridades del país confiaron en la responsabilidad de la ciudadanía, y parece que la fórmula, a la larga, está dando resultado.
El director de departamento del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, Alexandr Butenko, ve las diferentes formas de encarar la crisis sanitaria como dos estrategias diferentes pero exitosas.
"Una [estrategia] nació en China: introdujeron una cuarentena estricta con mascarillas, aislamiento y todo lo demás. Su enfoque dio un muy buen resultado. Fue el foco inicial de la pandemia, pero menos de 90.000 personas enfermaron allí, y no se están registrando más infecciones", comenta el interlocutor de Sputnik.
La segunda es la fórmula sueca, que no aplicó medidas restrictivas como se ha dicho, pero que ha dado lugar a un número importante de contagiados y de fallecidos, apunta Butenko. He aquí la razón de ser de esta estrategia:
"Dado que el mayor número de casos confirmados de infección por coronavirus son asintomáticos, hay una gran capa inmune en la población: la inmunidad colectiva. Esta limitará el curso del brote por sí misma. Que es, probablemente, lo que está ocurriendo...", explica el experto.