"No queremos hacer pronósticos inútiles pero en cierta etapa crecerá el número de hospitalizaciones y muertes", dijo Kluge al suponer que sucedería para el invierno, cuando los jóvenes pasan más tiempo entre los ancianos.
Señaló que la llegada de otoño suele acompañarse con el regreso a colegios, la temporada de gripe y la mortalidad de ancianos elevada que se observa normalmente en invierno.
Sin embargo, el experto considera que es poco probable que la situación sea como en febrero puesto que el mundo ya cuenta con una experiencia en la lucha contra el coronavirus y la gestión de su propagación.
Desde el 11 de marzo, la OMS califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo se han detectado más de 24,19 millones de casos de infección por el patógeno, incluidos más de 826.100 decesos y unos 15,8 millones de recuperaciones, según la Universidad Johns Hopkins de EEUU.