"Turquía recibirá lo que le corresponde en los mares Negro, Egeo y Mediterráneo. Con este fin, estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario política, económica y militarmente. Invitamos a nuestros socios a dejar los pasos equivocados que los arruinarán", dijo Erdogan.
Subrayó que "Turquía no es un país cuya paciencia, oportunidades y determinación puedan ponerse a prueba indefinidamente".
Amenazó con un "alto precio" a quienes se opongan a Turquía, que está realizando estudios sísmicos en la zona de plataforma disputada en el Mediterráneo oriental.
Turquía anunció el 7 de agosto que tenía previsto reanudar las actividades exploratorias y de extracción de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental después de que Grecia y Egipto habían firmado el día anterior un nuevo acuerdo de delimitación de fronteras marítimas, que el presidente turco calificó de ilícito y no válido.
Tres días después, Turquía informó de que su buque Oruc Reis comenzaba estudios sismológicos en el Mediterráneo oriental, área que Grecia considera su zona económica exclusiva. El país heleno puso a sus Fuerzas Armadas en alerta máxima.