Este proyecto, respaldado por el Ayuntamiento de Bareyo, de la Consejería de Turismo y de la Autoridad Portuaria de Santander, ha traído consigo una gran polémica, pues algunos cántabros consideran "vergonzoso" la aprobación de dichos organismos para llevar a cabo su mural:
El artista cántabro, consciente de las críticas, ha dicho que su arte "no tiene por qué gustar a todo el mundo" y ha pedido disculpas si en algún momento le ha molestado a alguien. "Lo hago con mucha ilusión y agradecimiento por tener la oportunidad de trasladar mi arte a un lugar tan simbólico e importante en mi tierra", ha comentado Okuda, para explicar los motivos por los que aceptó el proyecto.
También aseguran que el faro debería mantener la identidad del edificio y entenderlo como patrimonio histórico representativo de la arquitectura e ingeniería de faros marítimos de principios de siglo XX.
"Con la intervención de Okuda se convierte en un recurso turístico que degrada su valor cultural, pervierte su identidad, y sustituye la esencia del edificio para convertirse en un decorado pintoresco", asegura la formación política.
A pesar de las críticas y los intentos para derribar el proyecto, lo cierto es que el faro de colores de Okuda ya es una realidad que tiene fecha de inauguración oficial: el viernes 28 de agosto. Solo queda esperar si se convertirá en un atractivo turístico para la localidad o si quedará como un adorno millonario.