La respuesta: un poco de ambos factores y de unos cuantos más. Nuestro organismo tiene un reloj interno conocido como ritmo circadiano. Es responsable del ciclo de sueño-vigilia.
Los factores externos pueden influir en el ritmo: cuando anochece, los ojos envían una señal al hipotálamo de que están cansados. El cerebro responde con una señal para el cuerpo que libera melatonina, lo que genera una sensación de cansancio.
El reloj del cuerpo funciona mejor cuando sigues una rutina, y si te vas a la cama a la misma hora, se acostumbra a la cantidad de sueño que tienes y sabe cuándo despertar por la mañana. Así que no es casualidad que tu cerebro pronostique este momento y haga que te levantes con antelación.
Tu ciclo de sueño está parcialmente regulado por la proteína PER, cuyos niveles suben y bajan cada día. Al caer la noche, el ritmo cardíaco se ralentiza, la presión sanguínea baja y los pensamientos se vuelven un poco confusos.
Pero el proceso se ve afectado si el despertador suena en un momento poco adecuado. Por eso el organismo prefiere hacerlo a su propio ritmo. Sin embargo, si el sonido de la alarma te molesta demasiado por la mañana, es que no estás durmiendo lo suficiente o tienes el tipo de alarma equivocado.
Quizás deberíascambiar de despertador a uno que intente imitar la técnica del cuerpo y que emita un sonido gradual que te despierte lentamente. O tal vez puedas renunciar al sonido por completo y usar un despertador con luz natural simulada que te despierte y ayuda a tus ojos a adaptarse.