"Esta flota no se sujeta ni a la Convención Internacional del Atún Tropical, ni a las organizaciones regionales de ordenación de pesca (…) tampoco a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura en lo que respeta a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada o a la Comisión Permanente del Pacífico Sur, ni a ningún organismo regional que regule la pesca en alta mar", dijo el ministro durante una comparecencia en la Asamblea Nacional.
Jarrín también criticó a organizaciones ambientalistas como Sea Shepherd, de las que dijo pretenden infiltrarse en las instituciones para adquirir poder.
Ecuador informó a mediados de julio de la presencia de una flota pesquera, compuesta por al menos 260 barcos, en los límites de las aguas territoriales de las islas Galápagos.
Al momento, según la Armada de Ecuador, las embarcaciones que conforman la flota suman ya 340.
La presencia de la flota pesquera creó preocupación en Ecuador pues las aguas de Galápagos albergan una gran riqueza marina y muchas especies en peligro de extinción.
A inicios de mes, Ecuador notificó al gobierno de China que hará prevalecer sus derechos marítimos en aguas de la ZEE tanto insular como continental, sin distinción de bandera.
En Quito las protestas se concentraron en los exteriores de la Embajada china en Ecuador, ubicada en el norte de la capital.
En Galápagos se pedía una ampliación de la reserva marina y de la ZEE para proteger la rica biodiversidad de esas aguas; en Guayaquil se hacía similares pedidos y respeto al ecosistema.