Después del colapso de la Unión Soviética, la necesidad de la OTAN desapareció, pero en lugar de disolverse, la alianza continuó expandiéndose hacia el este, escribe Contra Magazin.
En 1951, cuando Dwight D. Eisenhower asumió el cargo de comandante en jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, esbozó los objetivos de la alianza: "Si en 10 años todas las tropas estadounidenses que están en Europa para proporcionar defensa nacional no regresan a Estados Unidos, será un fracaso todo el proyecto".
"El Imperio estadounidense utilizó aquel mundo para expandir la OTAN, al incluir los Estados del antiguo Pacto de Varsovia e incluso algunas antiguas repúblicas soviéticas, y trasladar sus tropas a las fronteras de Rusia", dice el artículo.
"Y la expansión no tiene fin", constata el medio y agrega que el objetivo es "rodear Rusia desde el oeste y suroeste".
Según la revista, "ha llegado el momento de disolver la alianza militar beligerante que convierte a Europa en un objetivo de ataque nuclear en caso de una guerra contra Rusia".