Tormentas repentinas en lagos, rayos que matan a futbolistas... Las tempestades no parecen dar tregua en ningún lugar. Cualquiera diría que cada vez estamos más expuestos a las inclemencias del tiempo en su peor forma.
Quien piense eso no va desencaminado. La especialista principal del servicio meteorológico de Moscú Tatiana Pozdniakova ha explicado al canal ruso 360 qué dos factores nos hacen más vulnerables a las tormentas ahora que en otros tiempos.
En términos más técnicos, algo que también aumenta la probabilidad de recibir una descarga eléctrica es el hecho de que la tensión de los polos magnéticos de la tierra ha disminuido considerablemente.
Por suerte, hay varias precauciones que podemos tomar para reducir el riesgo de acabar como este jugador de fútbol. Lo más efectivo, sin duda, es permanecer en un sitio cubierto mientras dure la tempestad, que normalmente será más breve que lo que pueda durar un chubasco.
En otros casos, afortunadamente, la propia naturaleza se encarga de avisarnos de que el peligro se acerca: hay que prestar atención al lapso de tiempo que pasa desde que aparece el rayo en el cielo hasta que se oye el ruido del trueno. Si el sonido se produce a la vez que se ve el rayo, significa que la tempestad está justo encima.
Por último, recordemos que el agua es otro buen conductor de la electricidad. Muchas personas han muerto por bañarse mientras se producía una tormenta, pero incluso sin bañarse, estar cerca de grandes superficies de agua puede ser peligroso.
En el caso de que una persona reciba el impacto de un rayo, es imprescindible prestarle asistencia de emergencia, ya que este tipo de incidentes suelen provocar fallos cardíacos. Por eso, mientras llega la ambulancia, se debe hacer la respiración boca a boca.