El jueves 16 se detectó un brote de Covid-19 en un asentamiento de temporeros irregular de inmigrantes a las afueras de Albacete, lo que obligó a confinar a unas 500 personas, en su mayoría de origen africano, en el lugar donde conviven: una antigua fábrica de cereales que no cuenta con electricidad y que tan solo posee un punto de agua potable.
El día del altercado
Domingo 19 de julio. Un grupo de temporeros inmigrantes corta el tráfico en las inmediaciones de Albacete. La gente que presencia el incidente no entiende lo que ocurre a su alrededor mientras observan cómo varias decenas de personas cortan la carretera.
La Policía no tarda en llegar. La tensión aumenta cuando ven que están siendo grabados. Pero no solo el tráfico se ve afectado, las protestas se extienden hasta alguna terraza de la zona a pesar de la presencia policial. Algunos vecinos decidieron incluso resguardarse en un portal.
Tras la polémica, que se hizo viral en redes, la Diputación de Albacete ha aprobado la cesión de la Institución Ferial de Albacete (IFAB) para atender a los temporeros del asentamiento y que puedan cumplir en mejores condiciones el confinamiento después de recibir la petición del ayuntamiento de la localidad.