Lo cierto es que la ciencia se ha concentrado en el coronavirus en 2020, y las mascarillas han sido objeto de estudio constante como herramienta crucial de prevención. Se han investigado tipos de telas, resistencia, durabilidad, combinaciones de tejidos, costo beneficio, ideas innovadoras, estilos.
A esta altura, ya sabemos que no todas las mascarillas son igualmente eficaces para evitar la propagación de la enfermedad. Pero nunca está demás saberlo con precisión. Desde la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Computación de la Universidad Atlántica de Florida, EEUU, por ejemplo, se observó la capacidad de varios modelos para obstruir las gotículas invisibles que expulsamos por la boca y la nariz y que son responsables diseminar el virus SARS-CoV-2.
Un estudio de la Universidad McMaster de Canadá sostiene que las máscaras de tela son más efectivas de lo que parecen, ya que, con más o menos capas, evita la propagación del virus "en ambas direcciones", es decir, desde y hacia el usuario.
Otro estudio, publicado en The Lancet sugiere lo mismo: aunque algunos aislen mejor que otros las gotículas, "el uso de máscaras faciales protegía tanto a los trabajadores de la salud como a las personas de la comunidad expuestas a la infección".
Y tú, ¿qué clase de tapaboca estás utilizando?