En la grabación, se observa una hembra de gran tiburón blanco de nada más y nada menos que 5 metros de largo. No solo el tamaño es intimidante: la fémina utiliza toda la fuerza de su mandíbula para tratar de llegar al interior de la jaula, donde se encuentra un turista fascinado por la belleza de este animal.
Estas jaulas no son nuevas. Fueron introducidas por primera vez por Jacques Cousteau en 1950 y desde ese momento varias personas la han modificado, entre ellas el experto en tiburones Rodney Fox.
Consisten en su mayoría en tubos de acero galvanizado que flotan en la superficie y que están atados a una embarcación. Suelen tener una pequeña ventana para poder ver sin barrotes a los tiburones, que son atraídos con carnada.