Agentes de ASIO, el organismo de contrainteligencia australiano, allanaron en la madrugada varias propiedades del diputado laborista por Nueva Gales del Sur Shaoquett Moselmane buscando evidencias de un posible complot chino en suelo australiano, según el periódico.
"Si se encontraran pruebas suficientes, la investigación podría derivar en algo sin precedentes en Australia en el mundo: el enjuiciamiento, por delitos de interferencia extranjera derivados de un supuesto complot encubierto del Partido Comunista Chino para influir en un político en servicio", escribe el diario.
El Partido Laborista, en la oposición, ya anunció que suspende la militancia de Moselmane.
"Quieren usarlo como chivo expiatorio para algo", agregó.
La Policía Federal de Australia (AFP) y ASIO declararon que, a pesar de los registros, "no hay una amenaza actual o inminente para la seguridad comunitaria".
Ambos entes se negaron a ofrecer más comentarios, alegando que "esta investigación sigue en curso".
El primer ministro australiano, Scott Morrison, calificó las acusaciones contra Moselmane de "extremadamente serias".