La estatua erigida en Palma de Mallorca en honor de fray Junípero Serra, fundador de nueve misiones católicas españolas en California en el siglo XVIII y canonizado en 2015 por el Papa Francisco, sufrió daños en la madrugada durante la noche del 22 al 23 de junio.
El alcalde de Palma, el socialista José Hila, ha criticado el suceso y prometido activar a la mayor prontitud los equipos de limpieza municipales una vez se haya evaluado la forma menos lesiva de eliminar la pintura. Sin embargo, con anterioridad al suceso, una edil del Gobierno municipal de coalición, la concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI Sonia Vivas, de la formación Unidas Podemos, ya publicó en la red social Twitter un mensaje pidiendo la retirada de la estatua. Su posición no es compartida por el alcalde, que circunscribe el tweet de Vivas al ámbito personal y no al equipo de gobierno municipal.
Críticas desde varios ámbitos
La oposición del consistorio, conformada por los partidos PP, Ciudadanos y Vox, ha condenado el acto vandálico y critica al unísono la postura adoptada por Sonia Vivas. Otro tanto ha hecho el Obispado de Mallorca, que mediante un comunicado oficial "lamenta y condena" que "un movimiento internacional renovado para sanar recuerdos y corregir las injusticias del racismo" haya sido "secuestrado por algunos en un movimiento de violencia, saqueos y vandalismo".
La organización Hispanic Council, que se dedica al fomento de las relaciones entre EEUU y España, también ha comentado en otro comunicado el acto vandálico cometido con la estatua de fray Junípero Serra y ha manifestado que el cuestionamiento de su figura "carece de rigor histórico".
"Es también un ataque al legado hispano de EEUU y de California, que se debe cuidar y respetar, como el propio Junípero enseñó en su tiempo de dedicación y servicio a la población nativa", ha señalado.
Una canonización polémica
Fray Junípero Serra, que se llamaba Miguel José Sera Ferrer, fue canonizado en 2015 en Washington en un acto que ofició el Papa Francisco I, también perteneciente a la orden franciscana.
Cervantes, también pintado
Los actos desatados en EEUU contra todo símbolo del pasado colonial de estos territorios no sólo conciernen a figuras relacionadas con la evangelización del continente, sino también con representantes del mundo de la cultura.
En una especie de totum revolutum donde no se distinguen personalidades ni sus actividades, la estatua del literato Miguel de Cervantes también ha sido recientemente objeto de ataques con pintura roja en la ciudad de San Francisco, donde en una escribieron el insulto bastard. Paradójicamente, el propio Cervantes sufrió varios años de esclavitud.
El negocio esclavista en España
En España no es nueva la atmósfera de crítica hacia cualquier personaje autóctono sospechoso de ejercer prácticas criminales durante la conquista de América y su desarrollo colonial.
En marzo de 2018 el Ayuntamiento de Barcelona procedió a retirar la estatua erigida en honor Antonio López y López, primer marqués de Comillas, por estos motivos. Empresario colonial y mecenas cultural según la historia oficial, "hizo fortuna en las Américas, en el siglo XIX, con el tráfico de esclavos y esclavas que traía desde las costas africanas hasta Cuba", argumentó entonces el consistorio barcelonés para llevar a cabo la retirada del monumento.