Decenas de miles de personas se manifestaron a lo largo y ancho del país para expresar su rechazo a la brutalidad policial y el racismo, luego de que el 25 de mayo un oficial matara a George Floyd, un ciudadano negro de 46 años, quien estaba desarmado y murió tras ser arrestado por la policía en la ciudad de Minneapolis.
Algunas de las protestas pacíficas derivaron en violentos disturbios con incendios y saqueos en EEUU.
Las autoridades de varias ciudades declararon el toque de queda para frenar las movilizaciones.
El 29 de mayo, el policía implicado en la muerte de Floyd fue detenido y acusado de homicidio imprudente.