Los últimos hallazgos arqueológicos en la vallisoletana calle Constitución, donde se sitúa la excavación, indican que podrían estarcerca de la capilla de las Maravillas, lugar de sepultura del rey irlandés Hugh O’Donell y en la que también reposaron momentáneamente y con anterioridad los restos de Cristóbal Colón antes de ser trasladado a Sevilla. Y es que los arqueólogos ya han localizado los que podrían ser los muros que cerraban la entrada al habitáculo y la posible base de la puerta de entrada a la capilla funeraria.
Sin embargo, el descubrimiento de estos ataúdes podría verificar la situación exacta de la capilla de las Maravillas. De confirmarse la localización, esta sala comenzaría a apenas dos metros de la fachada de los edificios de la calle, construidos del siglo XIX en adelante. De esta forma, parte de la capilla, de unos nueve metros de largo y planta cuadrada, estaría precisamente bajo los inmuebles actuales.
Descubrimientos que sigue con atención la prensa irlandesa. Los principales periódicos del país, The Irish Times, el Irish Central y el Irish Independent, cubren las novedades diarias de la excavación, al igual que el británico The Guardian y la televisión pública de la isla, en la que entrevistaron al alcalde de Valladolid, Óscar Puente. Incluso, la BBC, en su versión para Irlanda del Norte, habría hecho referencia al asunto.
¿Quién era 'Red' Hugh O’Donell?
Nacido en 1572 en Lifford, 'Red' Hugh O’Donell fue rey de Irlanda entre 1587 y 1602. Jefe del clan de los O’Donell y señor de Tyronconell, el rojo es conocido por liderar la insurrección irlandesa contra Inglaterra, lo que desembocó en la Guerra de los Nueve Años Irlandesa.
Motivo por el que viajó a España para entrevistarse con el rey Felipe III, quien ofreció al monarca irlandés más de 4.000 hombres, mandados por Juan del Águila. No obstante, la alianza hispano-irlandesa, por falta de entendimiento, acabó siendo derrotada en la batalla de Kinsale, lo que obligaría a O’Donell a huir a España en 1602.
El rojo llegó al puerto de A Coruña, donde fue recibido con honores por el arzobispo de Santiago y fundó un colegio irlandés. El mes de septiembre de 1602, mientras organizaba su regreso a su país natal, decidió visitar de nuevo a Felipe III para solicitar de nuevo apoyo.
En el viaje a Valladolid, capital española en ese momento, Hugh O’Donell murió a la edad de 30 años en el castillo de Simancas. Una infección parasitaria segaría la vida del irlandés, aunque también se culpa de su fallecimiento al posible envenenamiento de James Blake por orden de Inglaterra.
Sus restos fueron trasladados al convento de San Francisco, en el que se dio sepultura al rey. Este edificio religioso, cuya fachada principal se encontraba en el sitio del actual Teatro Zorrilla, fue demolido en 1836 durante la desamortización de Mendizábal. En su lugar, se levantaron nuevas calles como la de Constitución, epicentro de la actual excavación arqueológica que busca los restos del monarca irlandés.
Una búsqueda del gran héroe de Irlanda enterrado en España a la que se ha rendido culto por su heroicidad, valentía y compromiso con la fe católica.