Economía

¿Se espera en la India un milagro económico después de la pandemia?

Después de las grandes perturbaciones mundiales, algunos países se convierten en un milagro económico no planificado. Hay muchos indicios de que la India puede vivir un auge económico en el mundo después de la pandemia del virus, cree Rajiv Kumar, vicepresidente del Instituto Nacional para la Transformación de la India. 
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Después de la Segunda Guerra Mundial el mundo observó el milagro económico de Japón y el impresionante resurgimiento de Europa impulsado por el Plan Marshall en 1948. Tras la crisis de 2008, China surgió como el motor del crecimiento económico mundial. ¿Puede ser que ahora sea el turno de la India?

El potencial de la India 

En primer lugar, la India parece estar luchando muy bien contra la pandemia. El país obtuvo las calificaciones más altas de los expertos internacionales en Oxford al congelar la actividad del 18% de la población mundial, es decir, la suya propia. 

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En el mundo un número sin precedentes de 90 países han solicitado financiación de emergencia al Fondo Monetario Internacional. En consecuencia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo estima que la economía mundial terminará con un saldo negativo en 2020, que acarreará graves problemas a los países en desarrollo, con la probable excepción de China y la posible excepción de la India. 

Si después de 2009 China se convirtió finalmente en una planta de producción mundial mediante la creación de redes de suministro mundiales, la India puede convertirse en un líder mundial en la creación de las mismas redes de servicios mundiales, opina Kumar. La India puede proporcionar todo tipo de servicios: desde sistemas de enseñanza a distancia hasta el diseño gráfico o la investigación por contrato.

Los indios tienen un recurso único para ello: los 700 millones de jóvenes y los angloparlantes en el país "con un enorme apetito por el aprendizaje y la voluntad de dar un giro a su vida y a la de sus familias".

Además hay millones de indios, jóvenes y educados, en todo el mundo. Una comunidad de migrantes es el material ideal para crear esas mismas redes.

Los obstáculos para la India

Sin embargo, hay que tener en cuenta una situación en la que la India podría no convertirse en un nuevo milagro global. 

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El peligro radica en el mismo recurso humano. Cuando se introdujeron las medidas de distanciamiento, algunos indios empezaron a buscar a un enemigo común. Primero como los portadores de la enfermedad eran designados los turistas, después surgió la idea de que la otra fuente de contagio es la comunidad musulmana india. 

Entonces en las redes sociales se originó una discusión entre los indios que trabajan en los países del Golfo y los árabes. Incluso apareció el discurso de la posibilidad de expulsión de los trabajadores indios de la región que son casi nueve millones de personas.

Afortunadamente, las élites árabes e indias son muy conscientes de la relación extremadamente beneficiosa entre ambas partes y que no hay necesidad de estropearla por la excesiva pasión de algunos personajes en las redes, opina Dmitri Kósirev en su artículo para la versión rusa de Sputnik. 

Otro lado oscuro de la prosperidad india es la migración, destaca el columnista. Según los datos de la ONU, desde 2015 la India es el país con la mayor cantidad de emigrantes en el mundo. Más de 17,5 millones de indios viven fuera del país. 

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Los economistas todavía no pueden llegar a una conclusión definitiva sobre el papel que desempeñará la migración en el mundo después del virus.

Por un lado, subraya Kósirev, el uso de mano de obra barata será aún más relevante, porque nadie tendrá dinero extra en el mundo del mañana. Por otro lado, la población local siempre consideró a los migrantes como competidores, a lo que se suma la idea de que pueden ser la fuente de la enfermedad. 

La conexión entre la migración en masa y la infección, sea por el nuevo coronavirus o por alguna otra enfermedad, es evidente.

Al mismo tiempo, la migración se verá presionada desde abajo por el hambre inminente y otros desastres en los mismos lugares de los que suelen emigrar las personas, concluye Kósirev.

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