"Garfield contra la ardilla del porche. Ellos juegan al gato y el ratón todo el tiempo. El gato nunca tuvo ninguna oportunidad. La ardilla se escapó, como siempre lo hace", relata la mujer que grabó el vídeo en el que se ve al gatito esperar por su presa.
La ardilla estaba a la altura de una ventana cuando ocurrió el primer contacto visual entre ambos. Ahí empezó una verdadera competencia de reflejos.
Cuando Garfield se percató del movimiento, ya era demasiado tarde. La pequeña ardilla había alcanzado un poste y, una vez en la cima, continuó su camino en las alturas por el tendido de cables. Como si esto no hubiese sido suficiente, el gatito tuvo otra decepción. Su dueña, parece que apoyaba al contrincante. "¡Oh, lo ha logrado!", se escucha celebrar a la mujer con euforia.